El concepto de consumo energético está directamente relacionado con la eficiencia energética, que es la capacidad para obtener los mejores resultados empleando la menor cantidad posible de recursos energéticos. Gracias a la eficiencia energética, los usuarios pueden hacer un consumo más responsable y el ahorro es mayor.
Podemos tener una orientación sobre el consumo de los electrodomésticos gracias a su etiqueta de calificación de eficiencia energética (obligatoria por la Directiva 92/75EC de la Unión Europea) que muestra una escala de colores de verde a rojo (hay 7 niveles distintos) evaluando diferentes parámetros relativos a cada electrodoméstico (como su capacidad, el ruido que hace, la cantidad de agua que utiliza…) para indicar si el aparato consume más o menos energía.
También nos ayuda en este sentido el certificado energético del edificio, documento que informa sobre el grado de eficiencia energética y la cantidad de emisiones de CO2 de un inmueble, ya sea vivienda o negocio.
Podemos tener una orientación sobre el consumo de los electrodomésticos gracias a su etiqueta de calificación de eficiencia energética (obligatoria por la Directiva 92/75EC de la Unión Europea) que muestra una escala de colores de verde a rojo (hay 7 niveles distintos) evaluando diferentes parámetros relativos a cada electrodoméstico (como su capacidad, el ruido que hace, la cantidad de agua que utiliza…) para indicar si el aparato consume más o menos energía.
También nos ayuda en este sentido el certificado energético del edificio, documento que informa sobre el grado de eficiencia energética y la cantidad de emisiones de CO2 de un inmueble, ya sea vivienda o negocio.